El sexo tántrico no se trata solo de espiritualidad, incienso y posturas místicas. Es una práctica milenaria que invita a conectar más profundamente contigo, con tu pareja y con el placer en todas sus formas. Y sí, también puedes incorporar juguetes sexuales para enriquecer esa experiencia. ¿Suena interesante? Aquí tienes una guía práctica para empezar a explorar el sexo tántrico con juguetes, sin complicarte ni perder la esencia.
¿Qué es el sexo tántrico?
El sexo tántrico proviene del tantra, una filosofía espiritual oriental que busca la expansión de la conciencia y la unión del cuerpo, la mente y el alma. En el plano sexual, eso se traduce en ralentizar el ritmo, estar plenamente presentes y disfrutar del momento sin la prisa de llegar al orgasmo.
En lugar de enfocarse solo en el clímax, el tantra celebra el viaje: la respiración, el tacto, el contacto visual y la energía compartida entre dos personas.
¿Puedo usar juguetes sexuales en el tantra?
¡Claro que sí! Aunque el tantra tradicional no hablaba de vibradores o plugs anales, eso no significa que estén prohibidos. Si los usas con conciencia, atención plena y con la intención de amplificar el placer y la conexión, se integran perfectamente en una práctica tántrica moderna.
5 consejos para combinar el sexo tántrico y los juguetes sexuales
1. Empieza con la respiración y la conexión
Antes de tocar cualquier juguete, concéntrense en respirar juntos. Pueden sentarse frente a frente, mirarse a los ojos y sincronizar la respiración. Esto crea un lazo energético profundo y prepara el cuerpo para el placer lento y consciente.
2. Elige juguetes que fomenten la sensibilidad, no solo la estimulación
Olvídate por un momento de los vibradores súper potentes. En el tantra, menos es más. Opta por juguetes de estimulación suave o que despierten zonas del cuerpo menos exploradas. Algunas ideas:
Huevos de jade o cuarzo para la práctica interna y fortalecimiento del suelo pélvico.
Plumas, rodillos o pinceles para el juego sensorial.
Masajeadores de baja intensidad que inviten a recorrer el cuerpo, no solo los genitales.
3. Convierte el juguete en una extensión del tacto consciente
Usa los juguetes como si fueran una prolongación de tus manos: con lentitud, intención y delicadeza. Explora el cuerpo de tu pareja sin prisas, observando cómo reacciona a cada estímulo. El objetivo no es “hacer algo”, sino “sentirlo todo”.
4. Mantén el enfoque en el momento presente
No dejes que el juguete se convierta en el centro de atención. Es una herramienta, no el protagonista. Si uno de los dos comienza a desconectarse o pensar solo en “acabar”, hagan una pausa. Vuelvan a respirar, mirarse, tocarse. El tantra es presencia.
5. Cierra la experiencia con ternura y silencio
El tantra valora el cierre de los encuentros. No te levantes corriendo a lavar los juguetes o mirar el celular. Abrácense. Respiren juntos. Guarden silencio unos minutos y sientan la energía que generaron. Eso también es parte del placer.
Recomendaciones para principiantes
Empiecen con sesiones cortas: 20 a 30 minutos pueden ser suficientes para practicar y descubrir.
Hablen antes y después: expresen cómo se sienten, qué les gustó y qué les gustaría explorar más.
No busquen “hacerlo bien”: no hay una forma correcta, solo la que funciona para ustedes.
Prueben un juguete a la vez: no es una competencia, sino una exploración sensorial.
El sexo tántrico no está reñido con los juguetes sexuales. Al contrario: con la actitud adecuada, pueden convertirse en aliados para profundizar el placer, la intimidad y la conexión emocional. Lo importante es que cada paso se dé con atención plena, respeto mutuo y ganas de descubrirse de nuevas maneras.
¿Listos para explorar el tantra... con una chispa moderna?