El Jelqing es una técnica manual utilizada para mejorar la circulación sanguínea en el pene y, potencialmente, aumentar su tamaño con el tiempo. Se basa en masajes repetitivos que promueven la expansión de los tejidos. Aunque no hay evidencia científica concluyente, muchas personas han reportado mejoras en grosor y longitud tras meses de práctica constante.
A continuación, te presentamos cinco ejercicios de Jelqing que puedes incorporar a tu rutina.
Este es el método más común y la base de cualquier rutina de Jelqing.
Calentamiento: Aplica una toalla caliente o sumérgelo en agua tibia durante unos minutos para aumentar la circulación.
Lubricación: Usa un lubricante a base de agua para evitar fricción y molestias.
Forma un anillo con los dedos: Con el pulgar y el índice, forma un gesto de "OK" y sujeta la base del pene.
Desliza hacia la punta: Aprieta suavemente y desliza la mano hacia la cabeza del pene en un movimiento controlado.
Repite: Alterna las manos y haz entre 100 y 200 repeticiones por sesión.
A diferencia del método clásico, aquí no se usa lubricante, lo que permite mayor control.
Sujeta la base con la mano en forma de anillo.
Estira la piel del pene mientras deslizas la mano hacia la punta.
Alterna las manos, manteniendo un ritmo lento y constante.
Realiza entre 100 y 150 repeticiones.
Este método es útil para quienes prefieren una técnica menos desordenada y más precisa.
Aquí se invierte la dirección del movimiento, lo que ayuda a fortalecer los tejidos del pene de manera diferente.
Coloca la mano cerca del glande en lugar de la base.
Desliza la mano hacia la base con un agarre moderado.
Alterna las manos y repite el proceso lentamente.
Haz entre 100 y 150 repeticiones.
Este método puede mejorar el grosor al dirigir más sangre hacia la base del pene.
Es una variante diseñada para enfocarse más en los lados del pene, promoviendo un desarrollo uniforme.
En lugar de usar el agarre de "OK", usa dos dedos (índice y medio) para sujetar la parte superior del pene.
Ejercer presión mientras deslizas hacia la punta.
Alternar las manos, repitiendo el proceso lentamente.
Realizar entre 100 y 200 repeticiones.
Esta técnica puede ser más cómoda y reducir la presión excesiva sobre los vasos sanguíneos.
Este ejercicio combina los principios del Jelqing con estiramientos para potenciar los resultados.
Realiza el Jelqing clásico durante 50 repeticiones.
Detente y estira el pene suavemente hacia adelante durante 10-15 segundos.
Repite el proceso, alternando la dirección de los estiramientos (arriba, abajo, lados).
Realiza 100 repeticiones de Jelqing y 4 series de estiramientos.
Este método es útil para quienes buscan mejorar tanto la longitud como el grosor.
No hagas Jelqing con una erección completa: Se recomienda hacerlo con un 50-70% de erección para evitar lesiones.
Escucha tu cuerpo: Si sientes dolor o molestias, detente y descansa.
No sobreentrenes: 5 días a la semana es suficiente; el descanso es clave para el progreso.
Sé constante: Los resultados pueden tardar meses en notarse, así que la paciencia es esencial.
Consulta a un especialista: Si tienes dudas o condiciones médicas previas, es mejor acudir a un médico antes de comenzar.
Con disciplina y la técnica adecuada, el Jelqing puede formar parte de una rutina efectiva para mejorar la salud y apariencia del pene.
