Alguna vez te ha pasado: vas en el transporte público, en el gimnasio o en una cafetería, y de pronto, sin esperarlo, tu mente imagina una escena erótica con un completo desconocido.
¿Es raro? ¿Inapropiado? ¿Debería preocuparte?
La realidad es que tener fantasías sexuales con personas que no conoces no solo es completamente normal, sino que es una de las fantasías más comunes, según la psicología.
¿Qué son las fantasías sexuales y para qué sirven?
Las fantasías sexuales son pensamientos, imágenes o escenarios mentales que despiertan deseo o excitación. Son una parte natural, sana y universal de la sexualidad humana.
Lejos de ser solo “caprichos” del deseo, cumplen varias funciones:
Estimulan la excitación sexual.
Permiten explorar deseos sin riesgo.
Ayudan a conocerse mejor a nivel íntimo.
Fortalecen la conexión con la imaginación erótica.
¿Por qué fantaseamos con desconocidos?
Según expertos en psicología sexual, este tipo de fantasía representa el deseo de lo prohibido, lo nuevo y lo inexplorado. No es tanto la persona en sí (ya que no la conoces), sino lo que representa:
Además, al ser desconocido, tú decides cómo se ve, cómo actúa, cómo huele. Es un lienzo en blanco para tu deseo.
Lo que dice la psicología
Según investigaciones de la sexóloga Emily Nagoski, autora de Come as You Are, las fantasías con extraños son comunes y pueden representar simplemente un deseo de novedad o emoción, no una insatisfacción real.
El psicólogo y terapeuta sexual Justin Lehmiller realizó un estudio con más de 4,000 personas y descubrió que más del 60? los participantes había fantaseado con un desconocido alguna vez. Y no, no significa que quieras engañar o que haya algo “mal” en ti.
Estas fantasías no predicen el comportamiento real, y en la mayoría de los casos, quedan solo en la mente como parte de un universo privado y seguro.
¿Debería preocuparme si lo hago muy seguido?
Solo si:
La fantasía se vuelve obsesiva o interfiere con tu vida diaria.
Te genera culpa extrema o malestar emocional.
Sientes que necesitas actuarla compulsivamente, sin control.
En esos casos, hablar con un terapeuta sexual puede ayudarte a explorar el origen del pensamiento sin juicios ni tabúes.
¿Y si tengo pareja? ¿Estoy siendo infiel?
No. Las fantasías no son actos. Tener pensamientos eróticos con alguien que no es tu pareja no es lo mismo que actuar en la realidad.
Incluso muchas personas en relaciones saludables usan las fantasías para enriquecer su vida sexual sin poner en riesgo su compromiso emocional.
Tener fantasías sexuales con desconocidos no solo es normal, es parte de una sexualidad rica, libre y saludable. Nuestra mente es un espacio donde el deseo puede fluir sin reglas fijas, y eso no te hace raro, ni pervertido, ni infiel.
Te hace humano.
Así que la próxima vez que tu mente juegue con la idea de un desconocido... quizás solo sea tu deseo saludándote desde lo más profundo.
