La salud sexual no solo se trata de placer y protección contra enfermedades, también incluye la higiene antes y después del acto sexual. Mantener buenos hábitos puede prevenir infecciones, mejorar la experiencia y fortalecer la confianza con tu pareja. Aquí te dejamos algunas recomendaciones esenciales.
Antes del sexo: preparación responsable
1. Lávate bien
Una ducha rápida o al menos lavar los genitales con agua tibia y un jabón neutro ayuda a eliminar bacterias y olores. No es necesario usar productos perfumados o duchas vaginales, ya que pueden alterar el pH natural y causar irritación.
2. Orina si lo necesitas
Vaciar la vejiga antes del sexo puede aumentar tu comodidad y reducir la presión durante el acto. Aunque no es obligatorio, puede ser útil, especialmente si tienes antecedentes de infecciones urinarias.
3. Manos limpias
A veces olvidamos que las manos también entran en juego. Asegúrate de que estén limpias y con uñas recortadas para evitar microlesiones o transmitir bacterias.
4. Usa protección
Tener condones a la mano es una señal de responsabilidad. No solo previenen embarazos no deseados, también protegen contra infecciones de transmisión sexual (ITS). Recuerda verificar la fecha de caducidad y que el empaque esté en buen estado.
Después del sexo: limpieza sin exagerar
1. Orina después del sexo
Especialmente en personas con vagina, orinar después del sexo ayuda a eliminar bacterias que pueden haber entrado en la uretra, reduciendo el riesgo de infecciones urinarias.
2. Limpieza suave
Lava los genitales con agua y un jabón suave. Evita productos agresivos o el uso excesivo de toallas húmedas perfumadas. El objetivo es mantener el área limpia sin alterar su equilibrio natural.
3. Revisa si hubo algún daño
Pequeños cortes, irritaciones o sangrados inusuales deben atenderse. Si algo no se siente bien después del sexo, es importante prestarle atención.
4. Higiene de juguetes sexuales
Si usaste juguetes sexuales, lávalos con agua y jabón neutro, o con productos diseñados para este fin. Asegúrate de secarlos bien antes de guardarlos.
Un extra: habla con tu pareja
La comunicación es parte de la higiene emocional. Comentar lo que les gustó, lo que no, o si hubo molestias físicas, fortalece la confianza y ayuda a mejorar cada experiencia.