Un masaje erótico bien hecho combina sensualidad, presencia, y conexión con la otra persona. Aquí te dejo una guía paso a paso para hacerlo como una profesional, manteniendo un equilibrio entre lo físico y lo emocional:
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1. Ambiente adecuado
Iluminación tenue: velas o luces suaves.
Música sensual: jazz suave, chillout, o ritmos relajantes.
Aromaterapia: incienso o aceites esenciales como ylang-ylang, sándalo o lavanda.
Sábanas limpias y suaves, y una toalla cerca por si hace falta.
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2. Preparación
Usa aceite caliente o tibio (aceite de coco, almendra o un aceite especial para masajes).
Tus manos deben estar calientes y suaves.
Tú también debes estar relajada, presente, y con una actitud sensual, no apresurada.
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3. Comienza lentamente
Empieza por la espalda, con movimientos suaves, largos y envolventes.
Usa las palmas, los dedos y a veces los antebrazos.
Respira al mismo ritmo que él/ella para crear conexión.
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4. Despierta los sentidos
Introduce el contacto piel con piel: rozar con el pecho, el cabello, los labios (sin besar aún).
Zonas erógenas: cuello, orejas, parte interna de los muslos, glúteos, detrás de las rodillas, abdomen bajo.
Usa ligeros toques, cosquillas suaves con las uñas o puntas de los dedos.
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5. Usa técnicas variadas
Fricción lenta: movimientos circulares con la palma.
Amasamiento: como si moldearas arcilla, muy sensual.
Presión-deslizamiento: presiona un poco y desliza lentamente hacia abajo.
"Body slide": si estás cómoda, desliza tu cuerpo ligeramente sobre el suyo usando aceite.
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6. Comunicación no verbal
Observa su respiración, gemidos o movimientos.
Si algo parece muy placentero, repítelo y juega con la intensidad.
Aumenta o reduce el ritmo según su reacción.
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7. Final opcional
Puedes terminar el masaje con una intimidad más directa si hay consentimiento mutuo.
Si no, puedes dejarlo en un clímax sensual sin sexo, provocando deseo pero también relajación.