La asexualidad es una orientación sexual caracterizada por la falta de atracción sexual hacia otras personas. Las personas asexuales pueden no experimentar deseo sexual, pero eso no significa que no puedan tener relaciones afectivas, románticas o de pareja.
¿Qué es la asexualidad?
Es una orientación sexual válida, al igual que la heterosexualidad, homosexualidad o bisexualidad.
Las personas asexuales pueden identificarse como románticas (si sienten atracción romántica) o arrománticas (si no sienten atracción romántica).
Existen diferentes matices dentro del espectro asexual, como:
Gris-asexual: personas que ocasionalmente sienten atracción sexual.
Demisexual: personas que solo sienten atracción sexual cuando existe un vínculo emocional profundo.
Causas posibles (aunque no siempre se necesita una causa):
Biológicas: diferencias hormonales o neurológicas, aunque no hay evidencia definitiva.
Psicológicas o emocionales: experiencias traumáticas o creencias personales, aunque no aplican a todos los casos.
Diversidad natural: para muchas personas, simplemente es parte de quiénes son, sin una causa concreta.
Consecuencias en la sociedad:
Positivas:
Mayor visibilidad y reconocimiento de la diversidad sexual.
Fomenta una comprensión más amplia del amor y las relaciones humanas.
Rompe estereotipos sobre la necesidad del sexo en las relaciones.
Desafíos o negativas:
Incomprensión o invisibilización, incluso dentro del colectivo LGBTQ+.
Presión social para tener relaciones sexuales o para “corregir” la asexualidad.
Discriminación o patologización (considerarla una enfermedad, lo cual no lo es).
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