Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se transmiten principalmente a través del contacto sexual sin protección. Entre las más comunes se encuentran el VIH, el herpes, la sífilis, la gonorrea, la clamidia y el VPH. Su prevención comienza con el uso correcto del preservativo en cada encuentro sexual, la reducción de parejas sexuales de riesgo y la realización de chequeos médicos periódicos. La detección temprana es fundamental, ya que muchas ETS pueden no presentar síntomas visibles durante meses. Las pruebas de laboratorio, como análisis de sangre o muestras de fluidos, permiten identificar la infección y comenzar un tratamiento adecuado a tiempo. Ignorar los síntomas o posponer el diagnóstico puede derivar en complicaciones graves como infertilidad, problemas en el embarazo o enfermedades crónicas. Hablar abiertamente con la pareja, mantener hábitos de higiene adecuados y consultar a un especialista en salud sexual ante cualquier duda son pasos clave para cuidar la salud y disfrutar de una vida sexual responsable y segura.