Cuando hablamos de placer sexual, muchas veces nos enfocamos en técnicas, comunicación o experiencias, pero hay un factor igual de importante que muchas veces se pasa por alto: la salud física y mental.
Sí, así como lo lees: tu estado de salud puede tener un impacto directo en el tiempo que tardas en llegar al orgasmo, ya seas hombre o mujer. Aquí te explicamos por qué.
1. La circulación sanguínea es clave
El orgasmo es una respuesta física que depende en gran medida del flujo sanguíneo. Si tienes problemas circulatorios —como presión alta, colesterol elevado o diabetes—, es probable que también afecte tu desempeño sexual. Una mala circulación puede hacer que tardes más en excitarte o en alcanzar el clímax.
2. El estrés es el gran saboteador
Uno de los mayores enemigos del orgasmo es el estrés. Cuando estás estresado, tu cuerpo produce más cortisol, una hormona que puede interferir con la libido y dificultar la respuesta sexual. Además, el estrés puede generar ansiedad de rendimiento, lo que también retrasa el orgasmo.
3. Tu alimentación también juega un papel
Una dieta alta en grasas saturadas y azúcares puede afectar tu energía, circulación y niveles hormonales. Por el contrario, una alimentación equilibrada con frutas, verduras, grasas saludables y buena hidratación mejora tu desempeño sexual y podría ayudarte a alcanzar el orgasmo más rápido y con mayor intensidad.
4. La salud hormonal influye más de lo que imaginas
Los desequilibrios hormonales —como niveles bajos de testosterona o estrógeno— pueden afectar el deseo, la excitación y la facilidad para llegar al orgasmo. Esto puede ser resultado de la edad, enfermedades o incluso el uso de ciertos medicamentos.
5. La condición física general hace la diferencia
Estar en forma mejora tu resistencia, tu autoestima y tu capacidad cardiovascular. Todo esto se traduce en una vida sexual más satisfactoria. No es lo mismo una persona sedentaria que alguien activo; el segundo probablemente tendrá una respuesta sexual más rápida y placentera.
En resumen: Tu cuerpo y tu mente están directamente conectados con tu placer. Si estás saludable, no solo te sentirás mejor en general, sino que es probable que también disfrutes más y llegues más fácilmente al orgasmo. Así que ya lo sabes: cuidar tu salud es cuidar también tu vida sexual.