La eyaculación precoz es un problema común que afecta a muchos hombres en algún momento de sus vidas. Aunque puede ser frustrante, existen soluciones naturales y sin efectos secundarios que pueden ayudarte a mejorar tu control. Aquí te presentamos una serie de ejercicios probados que, practicados con disciplina, pueden ayudarte a mejorar notablemente tu resistencia sexual.
Los ejercicios de Kegel son uno de los métodos más efectivos para controlar la eyaculación. Se centran en fortalecer el músculo pubocoxígeo (PC), que es el mismo que se contrae para detener el flujo de orina.
Cómo hacerlos:
Identifica el músculo PC intentando detener el chorro de orina a la mitad. Ese músculo que usas es el que debes ejercitar.
Una vez identificado, contrae el músculo durante 3 a 5 segundos, y luego relájalo. Repite esto 10-15 veces, tres veces al día.
A medida que te acostumbres, puedes aumentar la duración de la contracción hasta 10 segundos.
Consejo: no contraigas los músculos del abdomen o las piernas; enfócate solo en el músculo PC.
Este ejercicio se practica durante la masturbación o con una pareja sexual. Su objetivo es ayudarte a reconocer las sensaciones previas al clímax y detenerse antes de llegar al punto sin retorno.
Cómo hacerla:
Durante la estimulación, detente justo antes de sentir que vas a eyacular.
Espera hasta que la sensación disminuya.
Vuelve a comenzar la estimulación.
Repite este ciclo varias veces antes de permitirte eyacular.
Con el tiempo, desarrollarás un mayor control sobre el momento de la eyaculación.
Este método fue popularizado por los sexólogos Masters y Johnson. Es similar al "start-stop", pero con un paso adicional.
Cómo hacerlo:
Al sentir que se acerca el orgasmo, presiona suavemente pero con firmeza la base del pene (donde el glande se une al cuerpo del pene) durante unos segundos.
Esto ayuda a disminuir la excitación y evitar la eyaculación.
Espera unos segundos y luego reinicia la actividad sexual.
Esta técnica requiere práctica y comunicación si se hace con pareja, pero puede ser muy eficaz.
La respiración rápida y superficial puede llevarte al clímax más rápido. Aprender a controlar la respiración puede ayudarte a retrasar la eyaculación.
Ejercicio de respiración:
Practica respiración profunda: inhala durante 4 segundos, mantén el aire durante 4 segundos, y exhala durante 6 segundos.
Hazlo mientras te estimulas o tienes relaciones sexuales. Esto ayuda a mantenerte relajado y a disminuir la excitación.
La ansiedad y el nerviosismo son grandes desencadenantes de la eyaculación precoz. Practicar la atención plena o mindfulness puede ayudarte a estar más presente y en control.
Cómo practicar:
Dedica 10 minutos al día a meditar, enfocándote en tu respiración y en cómo se siente tu cuerpo.
Durante el sexo, trata de concentrarte en las sensaciones físicas y emocionales, sin pensar en “cuánto vas a durar”.
Masturbarse entre 1 y 2 horas antes del acto sexual puede ayudarte a reducir la excitación y permitir una mayor duración durante la penetración.
Consejo: no lo conviertas en una rutina diaria, pero puede ser útil en momentos clave, como antes de una cita importante.
Si bien no existe una “cura milagrosa” para la eyaculación precoz que funcione al 100% para todos, estos ejercicios han ayudado a miles de hombres a recuperar el control de su vida sexual. La clave está en la práctica constante, la paciencia y, si es necesario, en buscar apoyo psicológico o terapéutico para abordar factores emocionales subyacentes.
Retardar la eyaculación es posible. Con disciplina y las herramientas adecuadas, puedes lograr resultados muy positivos.