El uso de juguetes sexuales se ha convertido en una práctica común para mejorar la vida sexual y el autoconocimiento. Sin embargo, su uso inadecuado puede generar problemas de salud e incomodidad. A continuación, exploramos algunos de los errores más comunes al utilizar juguetes sexuales y cómo evitarlos para garantizar una experiencia placentera y segura.
Uno de los errores más frecuentes es no leer las instrucciones antes de usar un juguete sexual. Cada producto tiene características específicas, como el tipo de material, modo de uso y cuidados necesarios. Ignorar estas indicaciones puede resultar en un uso ineficaz o incluso peligroso. Solución: Siempre revisa el manual del fabricante antes de utilizar cualquier juguete.
Algunos juguetes sexuales requieren lubricación para evitar fricción excesiva y posibles molestias. Usar lubricante inadecuado o no utilizarlo en absoluto puede causar irritación o dolor. Solución: Usa un lubricante compatible con el material del juguete (por ejemplo, lubricantes a base de agua para juguetes de silicona).
La higiene es fundamental para evitar infecciones y prolongar la vida útil del juguete. Muchas personas olvidan lavar su juguete antes de usarlo por primera vez o después de cada uso. Solución: Lava los juguetes con agua tibia y jabón neutro o usa un limpiador especial para juguetes sexuales.
El uso compartido de juguetes sexuales puede aumentar el riesgo de infecciones de transmisión sexual si no se utilizan adecuadamente. Solución: Usa preservativos sobre los juguetes si los compartes y límpialos a fondo entre cada uso.
No todos los juguetes sexuales están hechos con materiales seguros para el cuerpo. Algunos contienen ftalatos y otras sustancias tóxicas que pueden ser perjudiciales. Solución: Opta por juguetes de silicona médica, vidrio templado, acero inoxidable o materiales hipoalergénicos certificados.
Algunos juguetes diseñados para la penetración anal pueden quedar atrapados si no tienen una base ensanchada. Esto puede llevar a situaciones incómodas o incluso requerir asistencia médica. Solución: Usa siempre juguetes diseñados específicamente para el uso anal, con una base o tope de seguridad.
Nada arruina más un momento íntimo que un juguete que deja de funcionar en medio de la acción. Solución: Revisa la carga de tu juguete con anticipación y ten pilas de repuesto si es necesario.
El uso prolongado de algunos juguetes puede causar entumecimiento o irritación en la piel. Solución: Usa los juguetes en intervalos razonables y escucha las señales de tu cuerpo.
Guardar los juguetes sexuales en lugares sucios o sin protección puede hacer que acumulen bacterias y polvo. Solución: Utiliza bolsas de almacenamiento individuales y guárdalos en un lugar seco y limpio.
Muchas personas evitan hablar sobre el uso de juguetes sexuales con su pareja por vergüenza o miedo a ser juzgados. Solución: La comunicación abierta es clave. Conversa con tu pareja sobre sus preferencias y exploren juntos nuevas experiencias.
Siguiendo estas recomendaciones, podrás disfrutar de los juguetes sexuales de manera segura, placentera y sin preocupaciones.